Craig P. Kalil ha participado en litigios comerciales muy complejos durante casi tres décadas, representando clientes privados y gubernamentales dentro de una amplia gama de casos de índole nacional e internacional, en todos los tribunales federales y la mayoría de los estatales de Florida, así como también en muchos tribunales estatales y federales de los Estados Unidos de América, incluyendo el Tribunal Fiscal y el Tribunal Supremo de los Estados Unidos de América. Ello le ha permitido cultivar una experiencia específica y muy profunda en la representación de grandes empresas que se ven envueltas en litigios de acción colectiva que abarcan varios distritos, como demandante y como demandado. La organización Martindale-Hubbell, que es la más alta autoridad en cuanto a rating profesional de los Estados Unidos de América, lo califica en el más alto nivel entre sus pares: “AV”, es decir el más alto nivel de ética y pericia profesionales.
Craig Kalil nació en Johannesburgo, Sudáfrica, en 1961, y ha vivido en varios países de Europa y varios estados de los Estados Unidos de América antes de establecerse en Miami con su familia. Estudió en la Facultad de Negocios de la Universidad de Miami donde obtuvo el grado de Bachiller en Administración de Negocios en 1983. De allí pasó a la Facultad de Derecho de la misma Universidad obteniendo el título de Doctor en Jurisprudencia, con honores, en 1986.
Craig inició su carrera de abogado en el estudio de Squire, Sanders & Dempsey de Miami (hoy Squire Patton Boggs) donde empezó a trabajar como pasante y luego como abogado al lado de Henk Milne, quien luego sería su socio en AMK. En aquella época Estados Unidos estaba atravesando una de las crisis recurrentes en el sector de los bienes raíces, ocasionada por sistemas poco seguros de préstamos de parte de ciertas instituciones financieras. Los primeros años de experiencia de Craig como abogado significaron largas jornadas, semanas y meses ayudando a varias agencias del gobierno de los Estados Unidos de América: la Sociedad Federal de Seguros de Depósitos, la Sociedad Federal de Seguros a las Entidades de Ahorro y Préstamo, la Asociación Federal de Disposición de Bienes y la Sociedad Fiduciaria de Resolución, mientras tomaban el control de las entidades de ahorro y préstamo insolventes y trataban de recuperar sus bienes asegurados.
En vista de la enorme cantidad de casos de entidades de ahorro y préstamo, y siendo un abogado todavía joven, Craig se encontró manejando personalmente docenas de casos complejos de ejecuciones hipotecarias comerciales, de principio a fin, con frecuencia topándose con contrademandas que empezaban a dar lugar al naciente concepto de “responsabilidad del prestamista”. En sus primeros años de práctica profesional Craig procesó exitosamente una serie de casos multimillonarios hasta la sentencia como “abogado principal “en tribunales federales de ciudades y distritos del Sur de Florida, desde Palm Beach hasta Key West, y desde Fort Lauderdale hasta Naples. Las deficiencias que se iban descubriendo generaban litigios satélite de recuperación contra directores y funcionarios bancarios, estudios de abogados, tasadores, contadores y otros profesionales implicados en la usualmente negligente, y a veces fraudulenta, concesión de préstamos –con defensores muchas veces financiados y asesorados por varios niveles de aseguradores. Este último factor contribuyó a que Craig desarrollara una capacidad especial para juzgar y aprovechar al máximo las ventajas que se le presentaban para presionar y lograr iniciativas de conciliación entre los varios implicados en la cobertura de seguros, basándose en doctrinas de seguros previstas por la legislación y el derecho común respecto a acciones “de mala fe”, tanto en negociaciones directas como a través de mediación formal.
A medida que iba adquiriendo cada vez mayor experiencia en litigios para recuperar activos, Craig fue cada vez más solicitado por importantes clientes privados, sobre todo compañías de seguros y fondos de inversión, que tenían parte de sus carteras en el sector de bienes raíces de Florida. Clientes tan importantes como la Asociación de Seguros y Beneficios del Profesorado, el Fondo de Inversiones de Jubilación del Profesorado Universitario, Prudential Insurance, Metropolitan Life Insurance y Nueva York Life. Frecuentemente, esos casos tenían que ver con grandes desarrollos comerciales de bienes raíces tales como centros comerciales regionales, galerías comerciales, , edificios de oficinas, hoteles, proyectos de uso mixto, campos de golf y desarrollos de urbanizaciones periféricas. El manejo de tales disputas resultó ser una oportunidad estupenda para que Craig se familiarice con los numerosos y variados temas contemplados en proyectos complejos de ocupación múltiple, entre ellos la designación de los administradores judiciales, la resolución de reclamos por vínculos preexistentes, además de temas relacionados con títulos de propiedad, y disputas con arquitectos, ingenieros, contratistas y subcontratistas generales; pleitos para evitar órdenes de demolición y negociación o litigios sobre reclamos o edictos de zonificación local de parte de las autoridades y gobiernos municipales.
Además de todo lo anterior, Craig ha representado a desarrolladores privados en casos que involucran el uso de la tierra y la zonificación, el impacto ambiental, mitigación, y disputas con contratistas y municipalidades. Su creciente experiencia en cuestiones de bienes raíces lo ha llevado a manejar disputas entre propietarios y arrendatarios comerciales (de ambos lados) y también a interpretar documentos y normas de asociaciones de condominios, llegando a calificarse también para suscribir títulos de seguro inmobiliario para algunas compañías aseguradoras de Florida.
En los años 80 y 90 el Estado crecía rápidamente, pasando de ser un territorio algo retrasado hasta llegar a ser en la actualidad entre los tres más poblados de los Estados Unidos de América, por encima de Nueva York y solo detrás de California y Texas. La urbanización florecía en el centro de Miami, hacia el sur a lo largo de la Avenida Brickwell, hacia el oeste dentro de los Everglades, y hacia el este llegando a South Beach, así como a todo lo largo del frente oceánico en el Sur de Florida. Esto fue el principal resultado de la inversión privada latinoamericana y europea, que provenía, en su mayor parte, de fuentes perfectamente legítimas, pero también hubo, de manera notable, muchas inversiones resultantes del lavado de activos producto del narcotráfico. Craig notaba que los aspectos internacionales de su experiencia en litigios se iban profundizando cada vez más. Se vio cada vez más expuesto a las típicas estructuras societarias y fiduciarias internacionales que se empleaban como vehículos para conservar dichas inversiones y transmitir el patrimonio de generación en generación. Esos mismos sistemas eran también empleados frecuentemente por aquellas personas dedicadas al lavado de dinero y a los estafas para que camuflar la fuente y el destino de los fondos ilícitos. Su creciente comprensión del uso que se hacía de tales estructuras resultó ser invalorable para su participación cada vez mayor en procesos contra estafadores y en el rastreo y recuperación de activos.
En aquellos días, el estudio Squire se concentraba principalmente en Europa Oriental, que se estaba abriendo al capitalismo occidental. de cómo Craig estaba convencido que el futuro de Miami estaba principalmente ligado a la economía de América Latina, y sólo en segundo lugar a la economía de Europa Occidental, decidió aceptar la invitación que le hicieron Arturo Aballí y Henk Milne para que dejara Squire en 1993 y estableciera con ellos AMK, un estudio de abogados con sede en Miami especializado en transacciones internacionales, tributación, fideicomisos, sociedades y resolución de disputas. Tal como correspondía a sus prolongadas relaciones con el estudio Squire, la transición fue extremadamente amistosa, y Squire ayudó a AMK para que empezara sus actividades.
Ya en su nuevo despacho, la práctica de Craig se extendió rápidamente hasta cubrir toda la gama de disputas comerciales muy complejas, en la que estaban involucrados los clientes locales e internacionales del estudio. Sin querer entrar en mucho detalle, en los últimos 22 años con AMK Craig ha defendido clientes contra demandas amparadas en el derecho antimonopólico y la Ley RICO (Ley contra la extorsión criminal y las organizaciones corruptas); ha manejado numerosos casos marítimos incluyendo detenciones de naves comerciales y privadas y ejecución de derechos prendarios; ha representado a propietarios en disputas sobre construcción, adquisición, venta y leasing de yates de lujo, choques contra objetos fijos, colisiones, incautaciones y quiebras de astilleros; ha representado a propietarios en la compra de aviones jet privados, reparación y litigios por accidentes, y ha impugnado con éxito las determinaciones de los impuestos a las ventas y a la utilización de bienes gravados a las aeronaves, y las determinaciones de los impuestos atrasados y las sanciones en el Tribunal Fiscal de los Estados Unidos de América; ha manejado disputas sobre marcas registradas y licencias; ha representado a promotores principales y contrincantes por títulos entre los más grandes del boxeo, tanto en tribunales estatales como los de Naciones Indígenas: ha representado a fabricantes, importadores, exportadores, distribuidores, intermediarios y titulares de franquicias en disputas relativas a una serie de industrias, desde alimentarias hasta artes y textiles, así como ventas internacionales de armamentos; ha conducido arbitrajes nacionales e internacionales, ha representado a empleadores institucionales y a ejecutivos principales en disputas sobre resolución de contratos laborales , nocompetencia y no captación de clientes, ha representado a clientes profesionales incluyendo otros abogados, médicos y martilleros, ante juntas estatales disciplinarias y de licencias; y ha adquirido una vasta experiencia en la representación de clientes corporativos e institucionales que han sido víctimas de fraudes nacionales e internacionales, obteniendo sentencias no extinguibles contra los actores materiales, y continuando con éxito los litigios para recuperar activos, así como la excepción de revocación de sentencia a los defraudadores en procedimientos contenciosos en el Tribunal Federal de Quiebras. Durante su trabajo, Craig coopera continuamente con coasesores en todo el territorio de los Estados Unidos de América, Europa, Asia, el Caribe y América Latina.
Una parte muy significativa del trabajo de Craig durante las dos décadas pasadas ha sido representar a grandes clientes corporativos en los Estados Unidos de América en acciones conjuntas como demandados en litigios en varios estados y distritos. Ha sido asesor coordinador principal para esos clientes, asistiendo en la preparación e implementación de estrategias de defensa colaborativa en todo el país, y también como asesor local ha trabajado con otros asesores principales de importantes estudios de abogados de todo el país, en casos en que se reclamaba la certificación de acción colectiva o casos que involucraban litigios en múltiples distritos. Las industrias implicadas van desde diversas líneas de seguros – como seguros de compensación para trabajadores, seguro de salud y seguro de atención médica integrada, hasta cadenas nacionales de tiendas de abarrotes. Durante todos esos encargos, Craig ha representado tanto a demandantes solicitando la certificación de acción colectiva como a demandados que se oponen a esa certificación. Ha sido coasesor para demandantes en casos certificados para tratamiento como acción colectiva, y también ha objetado con éxito los esfuerzos de la parte contraria de certificar acciones colectivas en contra de los clientes de AMK, tanto a nivel estatal como nacional.
Resumiendo, Craig siempre ha manejado una amplia gama de casos comerciales complejos a nivel nacional e internacional, en los que se movían decenas, centenares y millares de dólares de los Estados Unidos de América. Ha manejado casos en todos los Tribunales de Distrito de Estados Unidos y de Quiebra de Florida y en 26 de los tribunales estatales de circuito y de condado, así como en apelaciones ante tres de los cinco tribunales de apelación del estado. Además ha manejado casos en diez estados de los Estados Unidos de América y ha sido admitido en numerosos tribunales federales incluyendo el Tribunal Supremo de los Estados Unidos de América. Se siente feliz cuando se prepara para un caso, o lo conduce, y está convencido de que la solución más ventajosa de cualquier litigio, para cualquier cliente, se hace más fácil y más económica cuando existe buena voluntad para llegar a buen fin, inclusive si es necesario llegar al juicio. En aquellos juicios grandes donde actúa un equipo de abogados litigantes de AMK, el rol principal de Craig es primero que nada examinar a los peritos financieros, tales como actuarios, auditores forenses y corredores. Considera muy ventajosos su título profesional en administración de negocios y su pasión por los números. Tiene memoria casi fotográfica para los números, y sus colegas en AMK suelen bromear –con cierta admiración– sobre su impresionante capacidad de “captar” las implicaciones numéricas y financieras de las pruebas: “los números cantan para él”.
Al igual que los otros socios de AMK, Craig también está calificado como “AV Preeminente”· por Martindale-Hubbell, la primera organización estadounidense de rating de profesionales, lo que lo califica al más alto nivel de ética y pericia profesionales.
Craig está casado con la que era su novia desde los tiempos de la escuela. Tienen dos hijos. Él y su esposa aman la vida al aire libre y pasan mucho tiempo en los Everglades y la Bahía Vizcaína (Biscayne Bay) que suelen explorar en barco y en kayak cada vez que el tiempo lo permite. Craig ama la buena mesa y el buen vino, la cacería y la pesca – y suele cocinar lo que atrapa. Está totalmente dedicado a su familia y recientemente han hecho un viaje juntos, alrededor del mundo.